Thursday, January 27, 2011

Los Parientes de los patos

El Chajá en los aníminos

Los patos, junto con la mayoría de sus parientes, pertenecen al grupo de los anátidos. Éstas son aves que han evolucionado a una vida acuática, parcial en algunas especies a casi total en otras. El Ganso Overo se asemeja mucho a los anátidos pero presenta ciertas diferencias que lo sitúan en una familia, la de los anseranátidos, por si sólo. También en este grupo hay tres aves emparentadas con los patos y el ganso overo que son terrestres; estas aves son los aníminos, que no se parecen mucho a las de los dos grupos anteriores, más bien aparentan ser parientes de los pavos, sin embargo, se estima que su relación no es muy lejana. En realidad, se han encontrado fósiles de otra ave que existió hace muchos años que fundamenta la asociación entre estas tres familias, las cuales, son las integrantes del orden de los Anseriformes.




Chajá (Chauna torquata)

El Ganso Overo (Anseranas semipalmata) demuestra una característica única entre todos los patos y sus parientes. Al igual que estos otros tiene una membrana interdigital que une los tres dedos anteriores, el cuarto dedo manteniéndose independiente en la parte posterior de la pata. En esta especie la membrana sólo se extiende hasta la mitad de los dedos, en los demás llega hasta la punta. Tal detalle, además de otros en su anatomía y comportamiento, lo sitúan entre la familia de los patos - gansos y cisnes incluidos - y la familia de los gritones. De esta manera uniendo dos familias de apariencia muy diferente. Un eslabón clave en la cadena de la evolución. A simple vista se le podría describir como un ganso, tal vez un poco diferente, pero no se le nota nada que lo aparte del grupo. Su tamaño y físico son semejantes al de estas otras aves. El sonido que emiten es también muy parecido a los cornetazos de los gansos y los cisnes.



Chajá (Chauna torquata)

El grupo de los aníminos está compuesto de tres especies. Las tres son naturales de América del Sur. El Gritón Aruco (Anhima cornuta) y el Gritón Chicagüire (Chauna chavaria) habitan en el norte del continente, el Gritón Chajá (Chauna torquata) es común en el sur. Los anímidos prefieren vivir cerca del agua aunque son principalmente terrestres y no tan acuáticos como sus parientes los patos. En realidad su físico no se asemeja mucho al de estas otras aves. La forma del pico en los anímidos es como el de las gallinas, en los dedos de las patas no tienen membrana interdigital, y el cuerpo es muy parecido al de los pavos. Estas aves se caracterizan por tener espolones en las alas, los que usan en la defensa. También poseen cavidades o separaciones entre las capas de la piel. En estas cavidades sólo hay aire. Algunos escritores describen la piel como si fuera de espuma de goma. Se les puede notar en las patas, que aparentan ser gruesas.



Chajá (Chauna torquata)

El Chajá (Chauna torquata) es natural de América del Sur. Su ubicación comprende el oriente central del continente; incluyendo el sur de Brasil, Bolivia, Paraguay, Uruguay y norte de Argentina. Se le ha visto al este de Perú. Habita en tierras bajas a poca elevación. Normalmente se mantiene en lugares cerca de los depósitos de agua dulce; así como las marismas y a la orilla de los lagos y lagunas. Frecuenta los pastizales. Se les ve en parejas y en ocasiones en grupos hasta de cien de ellos. El Chajá siempre ha llamado la atención. A los científicos los martiriza con su peculiar anatomía y escasez de aves similares. A los criadores de aves les atrae, porque lo usan para criar los pichones de las aves domésticas. A los observadores les confunde con su poderoso y alto vuelo. Y a los aborígenes, les encanta servido en la mesa. Aunque dicen aquellos que han comido su carne que tiene un sabor bien desagradable al paladar refinado de nuestros días. Es un ave que se domestica fácilmente. Hay muchos relatos de tales ocasiones. Su alimentación es vegetal y no ofrece peligro a los polluelos de las otras aves. Al contrario, como que adopta a aquellos más pequeños. Algunos relatos mencionan que en defensa de sus protegidos se faja ferozmente con las aves rapaces y hasta con los gatos y los perros domésticos. El macho y la hembra son de aspecto similar. Puede nadar como lo hacen los patos, aunque el Chajá prefiere caminar sobre la vegetación acuática sin mojarse mucho.



El Chajá en los parientes de los Patos

Tuesday, January 25, 2011

De las Garzas

Garza Blanca (Ardea alba)

La Garza Blanca (Ardea alba) la podemos ver en prácticamente todas partes del mundo. Sólo se ausenta de las regiones árticas. Existen ciertas diferencias en su apariencia de acuerdo a la localidad. Estas diferencias se identifican como subespecies y se limitan al color de las patas y el pico; pero el aspecto erguido es el mismo en todas ellas.


Ésta es una de las garzas grandes. La más grande de todas las garzas blancas después de la fase blanca de la Garza Ceniza. De longitud mide entre 88 y 104 cm. El peso es de unos 900 gramos, alcanzando algunas el kilogramo. Un ejemplar grande puede lograr una envergadura en las alas de 1.45 metros. En promedio, los machos son ligeramente más grandes que las hembras, de lo contrario, los géneros son de apariencia similar.



Garza Blanca (Ardea alba) pescando

La Garza Blanca se alimenta de peces, anfibios y reptiles que logra atrapar. Complementa su dieta con pequeños mamíferos, pequeñas aves, crustáceos, moluscos, insectos y lombrices. Se le ve parada o caminando lentamente en la orilla de los ríos y lagos, y en los estuarios de poca profundidad. Es posible que pesque desde afuera del agua o internándose donde la profundidad sea desde apenas la tierra húmeda hasta donde el agua le de por el pecho. A menudo la vemos pescando sola o en grupos de su propia especie, al igual que en compañía de otras garzas blancas y aves acuáticas. Aunque es algo problemática cuando pesca en compañía de otras aves porque le gusta robarse lo que las otras pescan, y entre ellas mismas es usual que cuando se acercan mucho ocurran conflictos. Ardea alba pesca durante las horas del día, retornando al nido o percha al atardecer para dormir hasta el alba. Aunque si hay noche clara, es posible ver alguna trasnochando a la luz de la luna.


Garza Blanca (Ardea alba)

Ardea alba es también conocida por otros nombres. Algunos de esos nombres son: Garceta Grande, Garza Blanca Real, Garza Grande, Garza Real, Garzón, Garzón Blanco; en inglés se le llama: Great White Egret, Great Egret, Common Egret.


En Cuba a Ardea alba se le llama Garzón: Algunas poblaciones de Ardea alba que anidan en regiones donde no hay congelación son sedentarias (que se mantienen en la misma área general todo el año). Otras poblaciones, que anidan en zonas de congelación y también en zonas que no se congelan, después que crían se trasladan a otras regiones. En el estado de Florida, Estados Unidos, es notable el aumento en los números de esta ave durante el invierno. Se estima que algunos individuos de Ardea alba en su migración de otoño continúen su travesía hacia el sur, llegando hasta Cuba.



El Martinete Común (Nycticorax nycticorax) es natural de las Américas, Europa, Asia y África. En las Américas es común desde el Canadá hasta Tierra del Fuego. Esta especie es una de las garzas nocturnas. Esta ave es más activa durante las horas crepusculares y la noche, aunque no es extraño verlo durante el día. Habita en las orillas de los depósitos y cursos de agua dulce, salobre y salada. Frecuenta los manglares, los pantanos, las playas de arena donde hay árboles o palmas y lugares semejantes. Se le documenta desde el nivel del mar hasta los 4400 metros de elevación.


Martinete Común (Nycticorax nycticorax)

En Cuba a Nycticorax nycticorax se le llama por el nombre de Guanabá de la Florida: Arisca y vigilante, esta ave, al menor peligro, emprende un largo vuelo. Come pececillos, cangrejos, anoles, ranas e insectos grandes. Los adultos de los dos sexos son por encima pálidos y gris azulados; por debajo blanquecinos. Los jóvenes se diferencian bastante de los adultos en el colorido.